Aparecio,
sin decir ¡aquí vengo!,
sólo aparecio.
Tras su llegada los recuerdos,
tras su hueya mis años de aquel entonces.
Semilla de sueños que en trizas dejaron señas en un desfile que aún no termina.
Preguntas y preguntas se agolpan a las puertas de mi inquisidor,
respuestas que no llegan,
conclusiones de un tiempo que no fue.
Deambulan en mi, las ideas de un nuevo tiempo,
las ganas de un nuevo espacio,
la sola idea de tener una nueva historia para contar,
una historia para contar,
una...
historia...
para...
En un eco distante se me allegan sus palabras,
no tienen la misma forma,
que importa,
ella está aquí...
¿está?
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