miércoles, marzo 21, 2007

UNA VIDA A TODO TEATRO...

El dramaturgo chileno-argentino Jorge Díaz falleció el Martes 13 en Santiago de Chile a los 77 años. Era conocido y valorado en España, donde vivió casi tres décadas y donde recientemente se representaron sus dos últimos trabajos en radio.
Díaz Gutiérrez, nació en Rosario Argentina el 20 de Febrero de 1930. Siendo niño sus padres, emigrados españoles, se radican en Chile. Hoy al morir a los 77 años tenía doble nacionalidad, chileno española.
Jorge no tenía mayoría de edad cuando se dedicó a la pintura realizando variadas exposiciones. En 1949 entró a estudiar arquitectura a la U. Católica recibiéndose en 1955 .
El año 1958 viaja a Europa donde toma contacto con el movimiento creacionista francés, uno de cuyos precursores fue nuestro Vicente Huidobro. En esos años las nuevas tendencias con sus diferentes ismos surgidos al espanto de la aun presente guerra mundial, buscaban poner el arte al beneficio de la paz de un nuevo orden social. En esa búsqueda muchos creadores convergieron que la más democrática de la condición humana es la imaginación, cláusula inherente al hombre desde que nace, y que, el arte dramático, debe apartarse del elitismo excluyente y personalista coetáneo de la escena mundial. La globalización del cine había azuzado el individualismo dando nacimiento al estrellato en el llamado teatro de boulevard. Los creadores critican ese teatro de la burguesía y afirman que la labor del artista y particularmente del dramaturgo es ayudar a la paz desenmascarando la duplicidad social que se enquista en el poder.
Jorge, de profundo sentido religioso, regresa a Chile dispuesto a incorporarse a una escena de democracia social. Inspirado en la idea de acercar el teatro a las clases más necesitadas, busca el equilibrio sensible que recupere nuestra identidad cultural. En 1959 de incorpora a un proyecto de radionovela que se representaría en teatro en la Sala Santa Lucía, frente al cerro, así escribió su primera obra sobre un tema histórico nacional =MANUEL RODRÍGUEZ. La escritura de esa pieza radio-teatral, pese a un escaso éxito no atribuible al autor, le cerciora en su determinación de incorporarse al teatro. Se acerca al recién creado teatro Ictus, grupo de jóvenes emergentes de la escuela de teatro de la UC . Participa como actor en la obra teatral La Alondra, de Jean Anouilh que, dirigida por el francés Etienne Frois, se presentó en el teatro Antonio Varas en Febrero de 1960.
En los años 60, Jorge se entrega definitivamente al arte teatral.
Cada vez más convencido que el teatro debía cumplir una función social en beneficio del desarrollo democrático de las mayorías y no del poder dominante, cualquiera de turno, se incorpora definitivamente al teatro joven ICTUS . Con el fin de ser más útil al nuevo grupo, se trasladó a vivir junto a la sala de teatro. Desde allí, como arquitecto, proyectaba las escenografías, fue también ayudante de dirección, incluso limpiaba la sala y vendía las entradas del teatro, en las noches escribía desde su camastro y en su máquina de escribir manual. Cuando el Ictus tuvo la actual sala COMEDIA, y pasó a llamarse Teatro Popular Ictus, estrenó con gran éxito sus piezas teatrales: ´Un hombre llamado Isla´¨, ¨´El Cepillo de dientes¨, "Réquiem Para un Girasol"."El Velero en la Botella""El Lugar Donde Mueren los Mamíferos" ( puesta en escena actualmente por el teatro Obrero de la CUT, compañía LA COMUNA.) Y 40 títulos más constituyen su herencia.
En 1965, desempeñándose como Presidente del Directorio Ictus, no le agradó el giro políticamente dependiente que tomó la compañía y se marchó a la patria de sus padres España, estableciéndose en Madrid.

Vino a Chile durante el gobierno de Salvador Allende, pero en1973 debe regresar a España. Radicado en Madrid, vive pobremente colaborando con autores españoles, había días que no tenía para comer. Ordenado y orgulloso de su realidad, todo su alimento diario durante meses fue una botella de leche y uno o dos huevos duros. Durante su etapa española formó parte de la compañía de teatro infantil Trabalenguas. Finalmente obtuvo reconocimiento profesional y consiguió diversos premios y galardones como el Tirso de Molina y el Antonio Buero Vallejo de Guadalajara; el de Teatro Centenario de la Caja de Ahorros de Badajoz 1989 y el Palencia 1980. Le confesó a un amigo que todo el tema para recibir premios y sobrevivir de la profesión, era escribir pensando en la mente de los jurados En Madrid escribió 'El Locutorio', 'Liturgia para Cornudos' —que luego desarrolló y convirtió en Ceremonia Ortopédica—

Pero consecuente con sus principios, dolido por los asesinatos, torturas y desapariciones de artistas chilenos, desde ahí lucha con sus herramientas de dramaturgo contra la dictadura chilena. En ese sentido significativas fueron sus obras: ‘Confieso que he Vivido’ con versos de Neruda que se dio en el encuentro de Madrid por la libertad cultural en Chile. Con su grupo Los Trabalenguas, presentò el cuento infantil ‘El Generalito’y en 1980 en Suecia montó ‘ El Espantajo’ con actores exiliados chilenos, violentas farsas contra el dictador chileno.
Los últimos actos relacionados con Díaz en España tuvieron lugar no hace mucho en Madrid. El año pasado la Casa de América le dedicó un homenaje, mientras que Radio Nacional de España emitió dos de sus obras Chile en 1993 le otorgó el Premio Nacional de arte.
Siempre enemigo de la publicidad concedió muy pocas entrevistas, tampoco quiso que se enteraran de su cáncer y murió el Martes 13 de Marzo.
Gentil aporte de Anibal Reina)

Habiendo dejado expresas indicaciones para ser velado y posteriormente incinerado en la mas serena y discreta de las ceremonias en copañía de sus familiares y de un grupo de profesionales de la escena Teatral Chilena que le acompañaron en la misa por el descanso de su alma, realizada en la Iglesia de Nuestra señora de los Angeles, en el barrio "El Golf". Desde allí salio en medio de un sentido aplauso de sus colegas y familiares que no exedieron las 300 personas. Dos o tres fotografos registraron estos hechos para alguno de los medios de prensa que se enteraron y difundieron esta noticia, que tal como lo solicitara el Dramaturgo, se realizó en el más sencillo de los anonimatos, la forma en que él vivio siendo esa sombra poderosa de quien pone en la pluma la fortaleza de sus ideas, para que sean llevadas a la vida por quienes hacen del Teatro una vida.

UNA DE SUS ESCASAS DECLARACIONES
SOBRE LA FUNCION DEL TEATRO
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*Un grupo de personas se 'reúne en torno a otro grupo de personas. Rito, contemplación, catarsis. Yo diría auscul­tación de nuestra condición humana, enfrentamiento con el vértigo de lo inexpresable.
Brutal paradoja (¿es paradoja o aspectos de una reali­dad polivalente?): cuando chocamos con nuestra impoten­cia frente al misterio y nos quedamos mudos, estamos en ese mismo momento expresando y participando una realidad más honda y visceral que la consciente.
Escribo un teatro de la realidad. No me interesan los mitos ni las fábulas, tales como decir: "la vida es así o así, el hombre es éste o aquél". No me gustan las mentiras y eso es una mentira. Yo no sé lo que es la vida ni hacia dónde va el hombre, y eso es una verdad más importante que todo. Sólo que cuesta expresarla, porque al acercarse a ella con el instrumento vil de la palabra, todo se transforma en un ridículo discurso escolar de fin de curso.

He escrito muchas tonterías y probablemente seguiré haciéndolo. En forma bastante pretenciosa y tonta he asu­mido el papel de iracundo profeta o consejero moralizante o anatomopatólogo social; pero, de vez en cuando (y aún con estos sesudos atuendos), he producido, a pesar mío, chis­pazos de verdad. Pequeños y lacerantes momentos incom­prensibles, en que se hallaba algo del dolor y densidad del hombre verdadero.
Lo incomprensible atrae como un vértigo y lo inexpresa­ble es la razón de ser del escritor (simplemente comprobar su ineficacia).
Escribo sobre la muerte y el sexo. No conozco otros te­mas. Creo que es escribir sobre la vida. Y me dominan dos sentimientos únicos: la cólera y la risa, que se presentan extrañamente unidos, y la fisión ocasional de este núcleo desata en mí la violencia: ¡bendita sea la violencia!
"El arte y la libertad son cosas que hay que recuperar y usar contra el orden establecido"¡
Jorge Diaz



Para contar sin descontar

"La sola ilusion de que un día caminariamos sobre la luna, hizo que el pequeño hombre quisiera tocar con sus manos la eternidad, pero antes de que el astro inerte estubiera a sus pies, pudo hacer de ella un simbolo y opbjeto de su deseo, tan solo usando la palabra"...

Los cuantos vienen envueltos en distintos formatos, unos como tinta y papel en un libro otros como letra y música en una canción.

Martes de 21:00 a 23:00 horas, Bio Bar, Macul 97 Ñuñoa