jueves, septiembre 23, 2010

Acrostico. Por el derecho de las musas a la inspiración

Movimientos de un taciturno somnoliente, deriban en sirenas y abedules, danzan sus freneticas orbitas y en un salto de aire se pierden los límites en busca de una frontera sin cercos.

Oidos cerrados a lo obvio y una dulce sonrisa sin espejos, asemejan la apertura de un puente que lleva a paradisiacos confines. Y el baile comienza, saltan luces danzantes y barbados conejos de orejas azules leen pautas de una música sentellante.

Nada es lo que se ve, sino más aún de lo que se sueña, en el fragor de su lucidez se le presentan batallones de pacificas aves que desde un cielo verde, liberado de raices deja crecer suaves redes hacia mis manos.

Inicia la danza de las musas y en su baile cadencioso los limites comienzan a desaparecer ya no son los cuerpos ni las suaves telas sino las sinuosas fronteras de la piel que deja caer dulces gotas de sudor cristalino.

Caricias a mis ojos parecen darme en cada salto y a cada paso mis oidos van descubriendo más ritmos inconmensurables, sinuosos racontos de todo lo oído y simple inicio de lo que vendrá.

Ahora en formacion perfecta desde los bordes de atmosferas de arcoiris sin límites, una bandada de sueños me acoge en una cuna hecha de brisas y deslices ingenuos

Cancion de cuna para oidos que no duermen sino que se dejan disolver como el agua al hielo en primavera, azahares dorados que nublan los ojos y con su brillo de dulce augurio deja que un centenar de abejas motorizadas zumbe rumbas y festejos en mis cuencos nasales.

Así van avansando las interminables candilejas y los colores se superponen en frenetica cascada desde mis ojos al confin de mis sueños, donde el aletear de las mariposas nauticas genera tormentas de aromas y sabores diluidos.

Saltan al frente las bailarinas de sinuosas ondulaciones y en las curvas de sus montes se deslisan mis miradas como niños en el parque, de mis risas se desprenden juglares y mis anciosas manos dibujan ganas que van dejando huellas en las mas sensibles miradas.

Tambolrilea su rugido un felino que busca romance y desde su lastimero gruñido va a un ahullido gelido como la noche de soledad, se enrosca en giros de gato atrapado, no por rejas ni celdas sino por deseos furiosos que le acosan, mas de su libertad salta al camino y en el, olisca en busca de fronteras donde saciar sus ganas.

Inquietas las musas se agolpan sobre el lomo del animal encabritado y al galope de sus angustias van docilisando su necesidades hasta dejarlo ronronear una dulce siesta de cazador satisfecho.

La hora de los deshielos deja a la vista un mundo de siluetas inquietas y caen desde el cielo nubes algodonadas que van cubriendo las huellas del holocausto de sudores, se reanudan los caminos en busca y el felino duerme ya solasado en sus propias ganas.

Libres ya los desvarios se apoderan de todos los niveles y dejan caer sus vestiduras desnudando sueños no confesados, se agolpan en las ventanas del alma dos maremotos salados y cristalinos.

Oscilantes las ganas se retiran cavisbajas, resueltas a descansar por esta noche de su asedio atormentado y la dulce sonrisa se apodera del rostro dejando al felino retosar a gusto, saciado de sus ganas, acariciado por el recuerdo de la musas que una noche más, le han danzado hasta dejarlo dormir.

Para contar sin descontar

"La sola ilusion de que un día caminariamos sobre la luna, hizo que el pequeño hombre quisiera tocar con sus manos la eternidad, pero antes de que el astro inerte estubiera a sus pies, pudo hacer de ella un simbolo y opbjeto de su deseo, tan solo usando la palabra"...

Los cuantos vienen envueltos en distintos formatos, unos como tinta y papel en un libro otros como letra y música en una canción.

Martes de 21:00 a 23:00 horas, Bio Bar, Macul 97 Ñuñoa