domingo, marzo 16, 2008

¡Si Pedro me hubiera visto!








Nos encontramos a eso de las 19:30 horas, ella se asomó delgada y esvelta, con esa sonrisa que me hace ... que me da ... Bueno esa sonrisa que se me cuela por todos los rincones. Junto a ella su hija, delgadisima como su madre y con esa sonrisa de ojos que hacen que su tez morena se convierta en la dulzura de sus 12 años, igual que mi Monteserrat. Cuando se acercaron anuncie la feble oferta del cine, pero luego de revisar la cartelera, se tomo la desición sin dilaciones, "10000 AC".

La pelicula sin ser un gran ejercicio de Cine y teniendo en cuenta que se basa en una elipsis histórica dificil de conciliar con la realidad, pero que en terminos de la narración cinefila, permite seguir una historia de acción y aventura. No es distinto del argumento de "Corazón Valiente" en donde la relación interrumpida por el poder del Invasor levanta los avasayados ánimos de un pueblo que comandados por un hombre en busca del amor, hace lo indesible por recuperar a la musa de sus desvelos.





Salimos y según se había programado, los pasos nos llevaron al Bowling. En mi caso conozco el juego de dos perspectivas, la primera hace mas de 30 años, cuando siendo un niño, fuimos con un par de compañeros a darnosla de Bolicheros, situación que intentare relatar en otra ocasión. La segunda; las innumerables oportunidades en que vi jugar a Pedro...



La ceremonia del calzado, fue presedida por una espera de mas de 30 minutos, tiempo que matamos jugando Pool, como es poco común aún, ver mujeres en torno a una mesa, hasta espectadores tubimos, claro no se si por las habilidades mostradas sobre el paño, o las curvas de ella que me parce, tenian mas ocupado al señor del aseo, que con pala y escoba en ristre, hasta se acerco a opinar en tiros y angulos. Pasó el tiempo y ya con el calzado para Bowling puesto, nos enfrentamos a la pista, las bolas de peso considerable, que no recordaba, e iniciamos el juego, primero ella, luego su hija y finalemnte yo. Sí... Pueden decirlo, mis primeros tiros fueron sencillamente para poner en un marco, pero poco a poco le fui atinando primero a la pista, luego a la parte central y finalmente a los pinos y aunque no lo crean, hasta una Chuza pude hacer.





Ella se maneja, si bien su técnica no es la más plastica en cuanto a movimientos , no puedo sino estar de acuerdo con el señor del aseo; ¡Ese ir!..., ese dejar correr la esfera desde su mano al piso, fijar el pie Izquierdo para desplazar el pie derecho detras del apoyo en una flexión que me dejo más de un par de veces pensando en la inmortalidad del cangrejo, para tener que ser vuelto a la vida por un..."¡Te toca Jugar!"... y como se trata de hacer cosas medio tontas, el muy pillo, llego y lanzo la bola sin darme cuenta que aún no estaban listos los pinos y le doy en el centro, pero a la barra que impide que la bola llegue a los pinos, luego la bola va a dar al costado pero se queda allí, el segundo tiro entre las risas de mis bellas acompañantes, se va por la canaleta logrando hacer correr la primera esferica pero sin tocar un solo pino.





Así estaba transcurriendo el partido, hasta que lo recorde.. ¡Pedro!, ¡claro que si!, mi maestro se hizo presente y como en una vision eterea le vi con ese estilo tan propio. Me serene y siguiendo las enseñanzas del gurú, me dejé llevar, la mano se hizo de la esfera, el peso ya no era lo importante, me acomode frente a la pista, eleve la bola frente a mi cara y apoyandome con la mano izquierda, luego la mano derecha bajó permitiendo el equilibrio de fuerza y peso, avancé y luego de dos pasos agache el cuerpo, el brazo se extendió para llevar la bola al punto mas bajo de su extensión, dejando libre la presion de las manos liberando la bola desde mi mano, la que sin emitir más que un seco ¡toc!, al tocar el piso, comenzo a correr en busca de su objetivo... Vi a mi maestro junto a mi, dirigiendo la bola con los ojos, mientras el cuerpo recuperaba su posición vertical, la bola seguía su curso como un torpedo de tierra en busca de la nave a derribar. Segundo a segundo vi rodar la esfera y creo haber visto tiritar de miedo a los pinos a lo lejos, a mis espaldas los comentarios habian cesado, todo el lugar hacia un lujurioso silencio, mientras sentía los ojos de muchos sobre el objeto circunferencial que seguía su directriz de violento destino.





No vi los ojos de ella, pero sentí su presencia, la bola se acercaba a destino y recien mi cuerpo se terminaba de erguir, las manos estaban en un rictus y mis ojos empujaban la bola hacia el pino central...





Y ¡paw!!!! El impacto, el sonido y un estadio nacional lleno de almas vitoriaban mi nombre... una contracción del abdomen y la flexion de mis rodillas dibujaron un semi matador que con la mano empuñada, cerro el gesto con un ¡Yes!!!!. Al girar para encontrar mi premio, descubri que ella no había visto ese hermozo ejercicio, entonces volvi a mirar la pista para ver como la maquina comenzaba a ordenar los lesionados pinos despues de mi arrebatador golpe, entonces vi nuevamente a Pedro que desde la parte trasera de la maquina, miraba los pinos y al reparar en mi mirada, levantando la mano derecha y alzando sobre su mano empuñada el dedo gordo me hacia un gesto de aprovación.





El juego termino y salimos luego del local, con mi ego elevado luego de haber ganado la primera parte del juego y con ese gesto de mi gran Maestro de Boliche, ¡Gracias Pedro!.






Para contar sin descontar

"La sola ilusion de que un día caminariamos sobre la luna, hizo que el pequeño hombre quisiera tocar con sus manos la eternidad, pero antes de que el astro inerte estubiera a sus pies, pudo hacer de ella un simbolo y opbjeto de su deseo, tan solo usando la palabra"...

Los cuantos vienen envueltos en distintos formatos, unos como tinta y papel en un libro otros como letra y música en una canción.

Martes de 21:00 a 23:00 horas, Bio Bar, Macul 97 Ñuñoa