Caen los velos de un tiempo con aroma a cafe, pero sucedaneo... Cuando levanto la mirada, hay tanto que quedó atrás, que de pronto parece no haber pasado tanto, ni haber vivido mucho, sin embargo de un plumazo se me aparecen los últimos 20 años en un seudo cumpleaños donde estar y ser han sido una constate de hacer y hacer y volver a hacer sin haber dejado de hacer, pero en ese incesante paso a paso, hay tanto que no se me ocurre como recapitular, cuantificar, verificar y finalmente solo constato que es evidente lo viejo que estoy siendo, nada extraño, pues finalmente, no hay mas destino que ese vertiginoso vivir para morir, ojalá lo más dignamente posible.