lunes, febrero 04, 2008

Volver a ser "El Lalo"...


Como mirandome en un espejo, ...Esa es la sensación algo extraña que me ha producido en estos días, re- encontrarme con muchas situaciones que me llevan hacia atrás y más que un viaje al pasado, me conectan con un ser al que veo, sencillo, demasiado joven y con una carga extraordinaria de sueños...Gracias a un cuadro pintado por mi padre, puedo dar cuerpo a esa imagen y veo "al Lalo", como un niño que recostado sobre el cesped, extiende una mano para dejar que la multicolor mariposa se pose en sus dedos. Si, un niño, pues sólo cuando se es niño se puede soñar impunemente, con premeditación y alevosia, soñar con estar soñando y en una suerte de espiral sin fin, soñar que se sueña un sueño para soñar.Me veo con la energía de los 20 años, tratando de apoderarme del mundo, pero en una guerra sin armas, sólo premunido de mis ganas y de esa inconfundible confianza sin límites que se puede tener a los 20. Esa que le lleva a uno a tener amigos muy amigos y a vivir emosiones a toda prueba.Quizá hay mucho de ese otro , el Lalito, un pequeño rodeado de demasiado cariño de parte de sus mayores, ese que frente a una mirada muy rigida de sus padres veia que ser "buenito", era la única alternativa, despues de todo, los grandes quieren mucho a los buenos...Pero Lalo no era bueno por ser bueno para ellos, quiza era demasiado bueno para ser cierto... Nadie puede ser verdaderamente bueno siempre. Puede ser que sólo haya querido serlo, más que haberlo sido, es más fácil cuando los ellos te ayudan y te estan diciendo que eres bueno, entonces sólo sigues siendo como dicen que eres y eso te hace un tipo bueno... ¿Para que?... han pasado más de 20 años y aún no lo sé. Cuando se tienen 20 años y se es intrinsecamente bueno, el resto del camino se hace fácil, pues supones que por ser bueno, las cosas vendran fácilmente... Sueños de un 20teañero... Si, pues siento que poco a poco el tiempo fue des hojando al Lalo y le fue vistiendo de rigidez, le descalzó los sueños y fue dejandole inerme, vestido con un escudo que en una cruel coincidencia es una careta de si mismo, sin belleza, con la expresión cotidiana en una mueca de día a día, donde las tardes de muy tarde en tarde son una oportunidad para ver despedirse el sol para iniciar una noche... Una oportunidad que sólo en contados momentos es un dialogo sin condiciones, un cotidiano donde son más las veces en que hay que preguntar: ¿Porqué?, en una silente cita entre padre e hijos, para que sea la Luna quien nos pregunte por como estubo nuestro día. Hoy creo que sería muy dificil ser ese Lalo, pero me enfrento con mi reflejo y sé, que serlo... Volver a serlo, será mucho mejor que dejar que esa imagen, sea sólo eso...
Una imagen. ¿Volver a ser el Lalo?...


¡claro que sí!,

Para contar sin descontar

"La sola ilusion de que un día caminariamos sobre la luna, hizo que el pequeño hombre quisiera tocar con sus manos la eternidad, pero antes de que el astro inerte estubiera a sus pies, pudo hacer de ella un simbolo y opbjeto de su deseo, tan solo usando la palabra"...

Los cuantos vienen envueltos en distintos formatos, unos como tinta y papel en un libro otros como letra y música en una canción.

Martes de 21:00 a 23:00 horas, Bio Bar, Macul 97 Ñuñoa