Viniendo desde una ciudad...

Salí de su casa, ya era tarde, camine y camine, sin querer encontrar un auto, ni gente ni siquiera encontrarme conmigo mismo. El calor de esa hora hacía facil el caminar, una Luna llena amarillenta y distante no logró cautivar mis ojos como tantas otras veces, atras quedaba ella cansada de un día como tantos otros. Para mi, haber estado tenía esa extraña sensación de amargo conformismo, el que me conformara con estar era lo amargo, pero al andar me fui descubriendo en un estado de esos que son reflejo de muchas horas y días de jugar el juego de hacer como que nada pasa, cuando el mundo se esta poniendo de cabeza.

Caminaba y así llegué a una esquina donde una pareja en estado evidente de ingesta alcoholica se esforzaba por parecer de lo más normal...Mi primera impresión era que él, la estaba forzando, pero a poco acercarme me di cuenta que era una situación provocada por los tragos en ambos y parecian haber sido muchos.
Pocos minutos despues un enorme bus vacio me permitia subir, detras mío, él.

Pesadamente se me sento al lado, en una media lengua, comenzó a decirme que no quería molestar, respondí sólo con un gesto, pero él no parecio asimilar mi abulia... Prosiguio:
"Sabeee amigo, ¿como son la gente?, yo estaba en la casa de mi pareja... que es mi pareja hace poco ¡no mas!... ¿Y sabeee que?, ...¡me miraron en meeenos!... ¿quienes son ellos?... Todo porque no uso ropa de marca y tengo mi onda. Yo no seee, pero me carga la genteee que aparenta... Sabe amigo, yo tengo mi negocio, una peluquería, ella es mi empleada y eeellos se creen la muerte porque viven aqui en este barrio, ¡y los tontos arriendan!... eeellos viven de un sueldo y yo tengo más plata que todos ellos juntos"...

Mi silencio no cooperaba, entonces se detubo un instante y luego me preguntó:

"¿Lo estoy aburriendo amigo?... ¡Pero es que no hay con quien conversar!, usteee, me disculpa si lo incomodo"

Animandome comence a responder, como en una letanía me vi hilvanando ideas sobre lo que me había dicho, hablé de cada una de las ideas que me había contado, partiendo por recordarle que lo único que importaba era que pensaba ella de él y que el resto se podían ir al carajo, que la gente que aparenta en su propia mentira se pudre y que lo importante es saber que uno hace lo que cree correcto y mientras sea sin perjudicar al resto, todo estara bien... LAs lagrimas en sus ojos me hicieron penbsar, o esta emosionado por lo que digo o no me ha escuchado y aun el dolor del menosprecio mas el alcohol hacen presa en ese momento de su trastocado intelecto... Seguí; Ademas amigo, usted por lo menos tiene pareja y eso tiene que ser bueno, si ella como me cuenta ha reaccionado bien y ha preferido estar con usted, entonces no hay donde perderse, preocupese de estar con ella y el resto ¡a la Mierda!... Entonces mis propias palabras comenzaron a convertirse en dardos afilados haciendo impacto sobre blanda y sueve superficie, mientras hablaba la cara del borracho se me perdía y me veia a mi mismo en una borrachera de emosiones que se cruzaban con mi camino y me ponian a tropezar con cada letra de cada palabra que iba armando, la imagen de ella...mi ella, se me cruzaba cada tanto con esa interrogante que mata... ¿será ella?... en una arrebato melancolico y cursi recorde una cancion de Alejandro Sanz que pregunta reiterativamente:

"I si fuera ella...

Ella,

que aparece y que se esconde;

que se marcha y que se queda;

que es pregunta y es respuesta;

que es mi oscuridad, mi estrella.

Ella,

me peina el alma y me la enreda;

va conmigo pero no sé donde va.

Mi rival, mi compañera;

que está tan dentro de mi vida y,

a la vez está tan fuera sé que volveré a perderme...

... a veces siente compasión por este loco,

ciego y loco corazón.

¿Era?

¿quién me dice, si era ella?

Y, si la vida es una rueda y va girando y

nadie sabe cuándo tiene que saltar.

Y la miro ...

y, ¿si fuera ella?

¿si fuera ella?

Y,

¿si fuera ella?...

Vuelvo al borracho me está hablando de su ella, ya la letra de Sanz quedo atras, entonces retomo la palabra y suelto un par de geniales conclusiones, tan cursis como cualquier consejo que quiere ser verdad, cuando en realidad al único que le sirven es a mi mismo.

El bus se acerca a mi destino, me despido, el borracho se levanta para dejarme pasar, me da un apreton de manos y me suelta un agradecimeinto en el tono propio de su estado, cae pesadamente en su asiento, tiendo la mano al timbre, mientras el bus se va deteniendo, escucho al borracho tararear, se abren las puertas y sottovoche, entre tragos y medias palabras Sanz se presenta en la voz del menospreciado peluquero...

"Ella,

se desliza y me atropella.

Y, aunque a veces no me importe sé,

que el día que la pierda,volveré a sufrir por" ...

¿Y SI FUERA ELLA?...