La noticia cayo como caen esas malas vibras, sin avisar sin dejar un tiempo al respiro, sencillamente así, con las pocas y simples letras en un mensaje de telefonía..."Jaime murio". No se si fue la certeza hecha realidad o el hecho de que durante el último tiempo he estado tan metido en mi pequeño mundo, que aún sabiendo del estado de salud de Jaime, me mantenía distante gracias a los comunicados del gran Edgardo que cada tanto me enviaba novedades de las actividades, pero ya era hora y Jaime emprendio viaje. Como cantan las viejas y dolidas canciones, con ajuares y mortajas nos vimos envueltos en un ceremonial distinto, que solo Jaime podría haber probocado, entre risas y danzas, llantos y recuerdos, música y esa cofradía de gentes que sin mediar mas argumento que haberle conocido, estubimos allí.
LLevas un abrazo de todos, los que te acompañaron a diario en tu prepapración para este viaje y los que como yo nos mantubimos a distancia, pero vas en camino a algun lugar donde esa energia que fuiste, seguro se convertira en auroras voreales, en amaneceres y quiza algun ocaso sobre el mar, te llevas nuestras lagrimas y risas, los recuerdos nos los quedamos para que no te vallas del todo, que tengas un buen viaje, un buen arribo a ese espacio donde la rebeldia se gana a pulso el derecho a ser igual.
A Jaime Echeverria un rebelde muy bien encausado