Como agua entre las manos,
sintiéndote me quedé en ese frágil momento,
roto tan sólo por mi propia respiración
recordándome que debía volver a inhalar…
La dulce sensación de tu abrigo,
cálido y versátil, húmedo y sedoso…
Como agua entre los dedos me quedó tu recuerdo
pegado a la piel,
mientras un millar de poros tratan de absorber todo de ti, hasta el aliento que desechas.
En esta distancia cotidiana,
en mil juegos me estremezco frente a tu sombra,
esa silueta longuiforme, transparentemente franca
y deliciosamente enhiesta que me seduce en visiones
tratando de verte aparecer trás de cada silueta que se presente.
Más no estás allí para saciar mis ansias,
las de mis ojos y mis manos.
Distante como se puede estar tras la red,
en un tiempo sin cuentas te encuentro para solazarme de tu recuerdo
y embeberme de tu palabra,
acariciarte sólo con pensarte
y besar unos labios que tan sólo en mi intimo sentir están alojados.
Donde quiera que esté tu imagen...
me basta un sencillo ejercicio para traerte a mí,
como el agua entre los dedos,
sensación de tenerte y estar perdiéndote al mismo tiempo,
tu recuerdo me acompaña a todos lados,
pues tengo registrada en el cuerpo memoria de ti.
Danzaban los cuerpos en el fragor del abrazo sublime y en un lago de sensaciones se sumergieron hasta sus más simples sueños.
Juan Guerrero
sintiéndote me quedé en ese frágil momento,
roto tan sólo por mi propia respiración
recordándome que debía volver a inhalar…
La dulce sensación de tu abrigo,
cálido y versátil, húmedo y sedoso…
Como agua entre los dedos me quedó tu recuerdo
pegado a la piel,
mientras un millar de poros tratan de absorber todo de ti, hasta el aliento que desechas.
En esta distancia cotidiana,
en mil juegos me estremezco frente a tu sombra,
esa silueta longuiforme, transparentemente franca
y deliciosamente enhiesta que me seduce en visiones
tratando de verte aparecer trás de cada silueta que se presente.
Más no estás allí para saciar mis ansias,
las de mis ojos y mis manos.
Distante como se puede estar tras la red,
en un tiempo sin cuentas te encuentro para solazarme de tu recuerdo
y embeberme de tu palabra,
acariciarte sólo con pensarte
y besar unos labios que tan sólo en mi intimo sentir están alojados.
Donde quiera que esté tu imagen...
me basta un sencillo ejercicio para traerte a mí,
como el agua entre los dedos,
sensación de tenerte y estar perdiéndote al mismo tiempo,
tu recuerdo me acompaña a todos lados,
pues tengo registrada en el cuerpo memoria de ti.
Danzaban los cuerpos en el fragor del abrazo sublime y en un lago de sensaciones se sumergieron hasta sus más simples sueños.
Juan Guerrero
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